Un día sin electricidad.
Jueves 16 de Marzo, son las 7:15 de la mañana y me levanto para ir al colegio, pero no a causa del despertador, sino por la costumbre de la rutina diaria.
Me parece muy raro, pero pienso que habrá sido un fallo del móvil.
Le doy al interruptor, no enciende la luz. Lo primero que pienso es que se ha fundido la bombilla, no importa, levanto la persiana y me visto con la claridad del día.
Me dirijo al cuarto de baño, ahora, pulso el interruptor de éste, y observo que la luz tampoco enciende. Entonces ya me escandalizo y me dirijo a la habitación de mis padres para que le echen un vistazo a los plomillos, quizás se han apagado a causa de un cortocircuito.
Ambos bajan a la planta de abajo, y ven que los plomillos no se han apagado. Se asoman a la calle y observan que las farolas de ésta también permanecen apagadas.
De repente, suena el móvil de mi madre.
Es una llamada del director del colegio, informándonos que no podremos dar clases a causa de que no hay electricidad.
Permanezco toda la mañana aburrida, sin saber que hacer; no puedo ver la televisión, ni coger el ordenador, el portátil no tiene batería, mi móvil está sin carga.
Salgo a la calle. Los bares están cerrados, las tiendas también.
Todo es aburrido.
Es la hora de comer, mi madre desesperada sin saber que hacer, llega a la conclusión de almorzar bocadillos, puesto a que no hay otros medios mediante los cuales hacer comida.
Terminamos de comer, vuelta al aburrimiento.
Parece que me he vuelto histérica, no puedo hacer nada, completamente nada.
Transcurro toda la tarde estirada en el sofá durmiendo, o haciendo sopas de letras, crucigramas, leyendo un libro...
Es la hora de cenar. Y vuelta a empezar: Bocadillos para todos y un refresco.
Mi madre está más histérica aún: el frigorífico y el congelador permanecen apagados, lo que supone que los alimentos que en ellos se conservan están sometidos a que se estropeen.
Ya no hay a penas claridad del día, estamos continuamente encendiendo y apagando linternas...¡Casi me duele el dedo pulgar!
Subo a la planta de arriba, me pongo el pijama, y me estiro en la cama...entonces deduzco que no podría vivir sin electricidad, que es algo necesario hoy en día, que debemos aprender a valorar lo que tenemos.
No podríamos vivir sin ella. Es algo imprescindible.
Me dejo dormir.
Aquí acaba mi infierno, espero que mañana sea un día nuevo.
By: Aleeejandra :]